Un delicioso desastre 1

Este fic es parte de la serie “Simplemente Desastroso”, la autorización para esta traducción fue dada a Analif, quien hizo la primera temporada y ella me ha permitido seguir con el resto de la serie. Así que aquí está. Es muy sexual, así que a tener mucha agua fría y a nadie cerca para que no vean sus expresiones lujuriosas >_< ¡Que lo disfruten!

Fic de xblindmag. Traducido por MizukyChan

A Delicious Disaster” Parte 1

Sin separar sus labios, ni siquiera un segundo, Bill y Tom entraron dando tumbos en el departamento, deteniéndose apenas para asegurarse de cerrar la puerta detrás de ellos, mientras las manos de Bill se movían continuamente sobre el cuerpo de su novio y Tom trataba de guiarlos hacia la habitación. El trenzado estaba fallando miserablemente en su propia tarea, encontrándose a sí mismo azotado contra la pared, cuando Bill arrancó a tirones su chaqueta, arrojándola a un lado, para meter las manos bajo la playera de Tom. El trenzado gimió contra los labios de Bill, sujetando las caderas de Bill, frotando a propósito sus miembros cubiertos por la ropa. El pelinegro gimoteó, mientras se pegaba más a su amado.

—¿Por qué estás tan apurado? —Tom soltó una risita ronca, levantando sus brazos para dejar que Bill le quitara la playera.

—Te deseo —respondió con simpleza el pelinegro, pasando una mano por el pecho desnudo que se presentaba ante él, antes de empezar a dejar un rastro de besos hacia abajo, rozando sus labios por la piel expuesta—. Te deseo ahora.

—Puedes ir con calma, no voy a ninguna parte —dijo Tom, acunando cuidadosamente el rostro de Bill, levantándolo, para unir sus labios calientemente. Sus manos se deslizaron sensualmente por los costados de Bill, logrando que su amado se estremeciera de placer. Acarició las nalgas de Bill por sobre la ropa, antes de levantar una de sus rodillas hacia arriba. Bill entendió la petición silenciosa y, sin romper el beso, dio un ligero brinco, elevando su otra pierna, para envolverla en la cadera de Tom. El trenzado puso sus manos bajo los muslos de Bill, asegurándose que su amado no cayera, mientras comenzaba a caminar hacia su habitación.

Cayeron juntos a la cama, el cuerpo de Tom sobre el de Bill, todo esto, sin interrumpir el beso. Bill tomó con sus labios el aro de la boca de Tom, mientras Tom lamía sus labios, antes de enderezar a Bill y sentarlo junto a él. Le tomó sólo un par de segundos quitarle a Bill la playera. Sus labios se volvieron a encontrar, una vez que la prenda fue descartada, como si el aire que necesitaran estuviera dentro de la otra persona.

Cuando Tom recostó nuevamente a Bill sobre la cama, se ubicó entre las piernas abiertas de su novio y comenzó a frotar sus miembros todavía vestidos. Bill dejó salir un gemido gutural, serpenteando ligeramente, mientras mordía el labio de Tom. Una vez que le dieron la oportunidad, Tom deslizó su lengua dentro de la boca del pelinegro, gruñendo ansioso, mientras comenzaba a desabrochar el cinturón del otro.

—¿Qué mencionaste hace un rato, sobre ir con calma? —Bill soltó una risita, levantando las caderas, permitiendo que Tom bajara sus pantalones y bóxer.

—No es mi culpa que verte así me caliente tanto —respondió distraídamente Tom. Se separó y se sentó, mientras a tropezones, desataba las botas de Bill, tarea que parecía bastante difícil, por la forma en que Bill siempre ataba esos nudos apretados. Bill soltó una risita cuando Tom maldijo por lo bajo, arreglándoselas, al fin, para quitarlas a tirones, con calcetines incluidos, y terminar de quitar los pantalones y bóxer de Bill. Los arrojó sin cuidado al suelo y volvió gateando de vuelta sobre el cuerpo ahora desnudo de su novio. Se detuvo y gruñó ante lo que vio.

Bill lo estaba mirando con los párpados semi cerrados, con una sonrisita seductora en la cara, mientras bombeaba su erección con calma. Sabiendo que los ojos de Tom vagaban por todo su cuerpo, Bill llevó la otra mano hacia arriba y chupó algunos dedos con su boca. Exageró un par de gemidos mientras la mía los dígitos, para bajar lentamente la mano por su pecho.

—Mierda, Bill —Tom prácticamente gruñó, al estar a punto de lanzarse sobre su amado. Presionó ambas manos a los costados de la cabeza de Bill, y estuvo a punto de iniciar otro beso, cuando una mano del pelinegro cayó en su hombro y lo detuvo. Tom alzó una ceja y Bill le chistó.

—¿Qué demonios es esto? —Preguntó Bill, tirando de los jeans de Tom—. Creo que deberías desnudarte ahora mismo, señor.

Tom soltó una risita y presionó la mano en el vientre plano de Bill y, sensualmente, deslizó la mano hacia arriba por su pecho, pinchando levemente sus pezones con los dedos. Se dio cuenta de la forma en que Bill se estremeció con el roce.

—¿Y si no quiero desnudarme todavía? —Lo desafió Tom, juguetonamente.

—Entonces, al fin y al cabo, no te tocará nada esta noche. —Bill se alzó de hombros. Alejó la mano de Tom con un golpe y se deslizó hasta liberarse del otro. Acababa de sentarse para irse, cuando Tom lo empujó de vuelta, presionándolo contra la cama una vez más. Bill apretó los labios para evitar reírse cuando Tom prácticamente se arrancó los pantalones y bóxer para sacarlos, pateándolos junto a sus zapatos. Agarró el lubricante de la mesita de noche, antes de saltar de vuelta a la cama, ubicándose inmediatamente entre las piernas del pelinegro. Con bastante velocidad, empapó dos dedos con la substancia y levantó las rodillas de Bill, abriendo más sus muslos. Se inclinó y tomó el endurecido miembro de Bill en su boca, mientras hacía círculos en la entrada del menor con sus dedos. Bill jadeo temblorosamente y llevó la cabeza hacia atrás, al sentir la punta de los dedos de Tom, presionar dentro de él.

—Sí —jadeó Bill, apenas siendo capaz de apoyarse en sus codos para dar una mirada a Tom, moviendo la cabeza sobre su polla—. Sí, apresúrate. ¿Podemos evitarnos todo el juego previo?

Los ojos de Tom se encontraron con los de Bill, sin detener sus ministraciones y alzó una ceja a su novio, sonriendo alrededor de la polla mientras, muy lentamente, volvía a bajar la cabeza para tomar de la erección en su boca. Bill aguantó soltar un gemido ante lo que veía y sentía. Abrió la boca para hablar, pero contuvo la respiración cuando un dedo completo entró por su agujero. Respiró agitadamente un momento, consciente de que los ojos de Tom todavía estaban sobre él, incluso mientras el trenzado lo estaba mamando y movía los dedos en su interior. Finalmente, los brazos de Bill cedieron y se dejó caer en el colchón, gimiendo una vez más, mientras el dígito de Tom continuaba explorándolo por dentro.

El pecho de Bill se movía irregularmente, para cuando Tom deslizó un segundo dedo dentro de él. Estaba jadeando por aire, tenía las manos firmemente aferradas a las sábanas y sus ojos estaban fuertemente cerrados.

—Tomi —tartamudeó. Ladeó la cabeza y gimoteó cuando vio los labios de Tom todavía alrededor de su polla—. Tienes que ir más lento… o apurarte con la preparación, o algo… no quiero correrme sólo así. Te quiero dentro de mí.

Tom soltó una risita, sacando finalmente su boca del miembro de Bill, pero no sin antes, darle una última lamida a la punta, sonriendo ante el suave gemido que recibió por hacerlo.

—Eso ni siquiera tiene sentido. ¿Qué quieres, que me detenga o que me apure? —Preguntó mientras curvaba los dedos y hacía tijeras dentro de Bill.

El pelinegro hizo un ruido de protesta, dejando que su cabeza cayera de vuelta en el colchón—. Tomi…

—¿Sí, Bill? —Preguntó Tom, deteniendo momentáneamente sus dedos, dejándolos a un lado, lo suficiente para poner más lubricante, empujando cuidadosamente tres dedos dentro. Bill gruñó, arqueando levemente su espalda.

—Apúrate —dijo Bill—. Apúrate y entra en mí, maldición. ¡Ya estoy listo!

—¿Lo estás? —Preguntó el trenzado, para provocarlo, dando una mirada hacia abajo, a la entrada de Bill, mientras sus dedos se movían alrededor.

Bill gruñó, estirando una mano hacia abajo, para alejar la de Tom. Luego rodó su cuerpo, para cambiar posiciones y dejar a Tom sobre su espalda. El pelinegro se puso a horcajadas sobre los muslos de su amado, con el lubricante en sus manos, puso una generosa cantidad en su palma y la aplicó sobre la erección de Tom. Un gemido bajo se escapó de los labios de Tom, un sonido que fue cortado justo cuando la sensación de la mano de Bill sobre su miembro desaparecía. Miró a su novio, sólo para ver que el pelinegro se había puesto en posición para subirse sobre su erección. Tom se sentó y estiró las manos para apoyarlas sobre el abdomen de Bill, ayudándolo a deslizar su miembro por la entrada, mientras Bill descendía lentamente.

El pelinegro dejó salir una respiración temblorosa cuando estuvo completamente sentado sobre Tom. Se sintió agradecido cuando Tom deslizó los brazos por su cintura y sus manos apoyaban la espalda baja de Bill, haciendo su posición menos incómoda. Él mismo movió sus brazos para apoyarlos en el cuello del trenzado. Tomó la oportunidad de acercar más a su novio y juntar sus labios, en un beso de boca abierta.

Mientras sus lenguas se enredaban y danzaban juntas, Bill comenzó, lentamente, a rodar sus caderas en movimientos circulares. Gimoteó contra los labios de Tom, mientras éste levantaba gentilmente sus caderas, antes de dejarlo bajar otra vez. Tom repitió el movimiento, creando un ritmo lento, mientras sus lenguas continuaban enredándose sensualmente.

Bill relajó sus piernas, mientras las envolvía en las caderas del otro. Apretó sus manos, aferrándose fuertemente a Tom, mientras empezaba moverse más rápido. Tom lo dejó marcar el ritmo, asegurándose siempre de que Bill estuviera bien. Y a juzgar por los suaves gemidos y los ronroneos que su novio estaba haciendo, Bill definitivamente estaba más que bien. Así que Tom tomó la oportunidad para mejorar el ángulo de sus embestidas y encontrar el punto dulce dentro de su novio.

—T-Tom —gimió el pelinegro, antes de juntar sus labios, en otro beso húmedo. Mientras sentía una de las manos de Tom enredarse en su erección, jadeó bruscamente, llevando la cabeza hacia atrás, mientras un fuerte gemido se escapaba de sus labios. Entonces, Tom dio una gran lamida en el espacio expuesto de su cuello, mordiendo levemente y succionando la suave piel, ganándose otro gemido gutural.

—Está bien, ¿quién empezó la fiesta sin mí?

Bill gimoteó y abrió los ojos al oír la nueva voz, aunque ya sabía, exactamente, quién era. De hecho, gruñó al ver al muñeco parado en la puerta, mirando a Bill con una sonrisa coqueta en la cara. El pelinegro suspiró profundamente, deteniendo sus movimientos mientras se apretaba alrededor de Tom, en un intento de cubrirse a sí mismo.

—¿Es esto realmente necesario? —Jadeó Bill, enviando una mirada fea en dirección a T.K.—. No podemos Tom y yo tener un… ¡Oh!

Aunque Bill había dejado de moverse, eso no había frenado a Tom de dar pequeñas y lentas embestidas a su novio. Y ahora, al ver la reacción de Bill, los ojos de Tom brillaron, sabiendo que finalmente había encontrado la próstata del otro. Sólo para asegurarse, embistió hacia el punto una vez más, sonriendo de lado, ante el gemido profundo que recibió al hacerlo y antes de cambiar abruptamente sus posiciones, dejando nuevamente a Bill sobre su espalda. Empujó las rodillas de Bill hacia arriba y apoyó sus propias manos contra el colchón, enterrándose profundamente en su amado otra vez. Inmediatamente, Bill gritó de placer, cerró los ojos apretados, su espalda se arqueó y sus manos se aferraron a las sábanas.

Para esos instantes, a Tom no le importaba perder tiempo con un ritmo lento. Sus embestidas eran cortas y rápidas, golpeando en cada ocasión, el punto exacto de Bill, haciéndole retorcerse y gemir mucho más. El pelinegro era un desastre de gemidos y jadeos y sabía que no dudaría mucho.

Y también estaba bastante consciente de que tenían audiencia.

Mientras trataba de enfocar su atención de vuelta a la puerta, se dio cuenta que T.K. ya no estaba de pie allí. No estaba en el umbral, porque ahora estaba arrodillado al lado de la cama, junto a Bill, lamiéndose los labios hambrientamente, mientras se quitaba su propia playera. Bill gimoteó, tratando de estirar una mano hacia Tom para intentar alertarle de lo que su doble estaba tratando de hacer. Pero Tom parecía no notarlo y estaba claramente más enfocado en hacer sentir bien a Bill, ya que la mano que tenía enrollada en el miembro del pelinegro, bombeaba rápidamente, al mismo ritmo de sus embestidas. Bill dejó salir un fuerte gemido que le dio vergüenza, mientras sus manos volvían a caer en el colchón, para apretar nuevamente las sábanas hasta que sus nudillos se volvieron blancos.

Bill estaba cerca. Estaba codenadamente cerca y aun así, evitaba terminar, simplemente porque sabía que T.K. todavía estaba ahí. El muñeco nunca dejaría de molestarlo si estaba justo ahí para ver el rostro de Bill durante su orgasmo. En un último intento de alejar al muñeco, ladeó la cabeza hacia atrás y le pidió con los ojos, que se fuera.

O T.K. no entendió el mensaje o lo malinterpretó, porque sonrió coquetamente una vez más antes de sentarse correctamente. Se inclinó hacia un costado del colchón, hasta pasar la lengua por el pezón perforado del pelinegro. Usó la lengua para mover el aro varias veces, antes de usar los labios para presionarlo alrededor y succionarlo levemente.

Eso fue todo para Bill. La sensación de Tom embistiéndolo y masturbándolo, más T.K. provocando su pezón perforado con la lengua —y aparentemente también estaba la placentera sensación de su mano acariciando su costado— fue demasiado para Bill, quien con un fuerte grito, se corrió rápida y calientemente. Escuchó como T.K. reía con la voz ronca, pero estaba más concentrado en Tom, llevando su orgasmo al máximo y embistiendo para encontrar el suyo propio.

Como sintiendo lo cerca que estaba Tom, T.K. se puso a sí mismo en un ángulo donde sus labios estuvieron justo en el fondo del cuello de Bill. Y antes que el pelinegro pudiera preguntar lo que estaba haciendo, T.K. sensualmente pasó la lengua, deslizándose por el pecho de Bill, aceptando contento, cualquier rastro de semen que estuviera en su camino. Fue suficiente para hacer que Bill se estremeciera placenteramente, pero más que nada fue suficiente para hacer que se apretara más alrededor de Tom, llevándolo también a su clímax. Después de varias embestidas finales, Tom se inclinó y presionó sus labios en los de Bill, para un beso lento y profundo. Y luego, con mucho cuidado, salió de su amado, bajando gentilmente las piernas de Bill, antes de caer sobre el cuerpo de su novio, justo cuando T.K. se alejó y se puso de rodillas a un costado, como había estado al inicio.

Bill jadeó, tratando de recuperar el aliento, sus brazos cansados, se movieron lentamente para envolver el cuerpo de Tom. Tenía los ojos cerrados, contento, y sonrió al presionar un casto beso en la mejilla de Tom, que descansaba junto a la suya. Abrazó a Tom con cariño, deslizando sus dedos por la espina del trenzado, hasta que fue capaz de enrollar un par de trenzas en sus dedos.

—¿Ven? No estuvo mal, ¿verdad?

Bill se ensombreció. Su sonrisa fue inmediatamente reemplazada por una de enojo, cuando abrió los ojos y vio al muñeco que le sonreía coqueto.

—T.K., ¿podrías por favor irte a la mierda, para que Tom y yo podamos vestirnos? —Bill se aferró más a Tom, incluso cuando el trenzado se movió lo suficiente para enviar una mirada de enojo a su doble.

—Oh, ¿esas son las “gracias” que recibo por ayudarlos a los dos a llegar al fin? —T.K. fingió un puchero—. ¿Por qué no podemos tener un poco de diversión juntos? Estoy seguro que ustedes dos tienen fuerzas para un nuevo round.

—T.K. sólo…

—Dime honestamente que no disfrutaste la doble estimulación.

Bill sintió que sus mejillas se calentaron furiosamente y rápidamente desvió la mirada—. No me gustó.

—Mentiroso —dijo T.K. a sabiendas—. ¿Mami Tomi, no quieres hacer que Bill se sienta así de bien otra vez? ¿No te gustaría darle más placer de lo usual?

Tom miró el rostro de su amado, pero Bill se negó a hacer contacto visual. Sus mejillas todavía estaban ardiendo de vergüenza y tenía los labios apretados, como para evitar decir algo. Cuando sintió que Tom se inclinaba hacia él otra vez, dejó que sus ojos se cerraran. Tom dejó un pequeño beso en su oído, antes de susurrar la frase tan familiar.

—Hey, lindura, ¿te quieres divertir?

Los ojos de Bill se abrieron de golpe y jadeó cuando vio a Tom con la sonrisa coqueta en su cara. Y cuando miró a T.K., vio prácticamente la misma expresión.

Bill tragó nerviosamente—. Oh, mierda.

& Continuará &

Este one-shot es extremadamente largo, pero no corté nada. Hasta aquí vimos el primer lemon, el de Bill y Tom, ahora veamos algo un poco más erótico.

Traductora del fandom

2 Comments

  1. Ay mi Diosssssss. Recordar es vivir y que mejor que este super hot relato ! Un lemon directo, fuerte, rico que nos regaló mí pareja favorita♥ ese Tom vaya que es un fuera de lo normal en la cama…ainsss y no se puede negar que el que entré TK a la escena es demasiado morbo, demasiado porno, demasiado erótico! ! Pos yo a esperar con ansias el trío! ! ♥

  2. —¡Esto no se le debe hacer a esta pobre mujer con ganas de lemon 25/8!
    Que erotismo, joder.
    No puedo esperar por ver más de este trío, T.K siempre llega a mejorarlo todo.

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